Este lugar no es de vacaciones. Tampoco mi casa.
Es la felicidad continua...
Es la seguridad siempre que haya dudas.

"Y en ese domingo de la primera semana de los tiempos, se empeñó en su última labor.

Hizo entonces cientos de bocetos, cientos de ensayos, cientos de modelos para su amoroso empeño de inventarse las orquídeas.


- Ensayó en muchas formas los bordes de los pétalos, los afiló o los ecrespó, los alargó como lanzas, los alombó los deshilachó, los volvió flecos o los bordó como encajes.

- Modeló unos pétalos y unos sépalos como si fueran la cuna de una diosa, otros como máscaras de duendes o como botas de vaquero. Otros más, como si fueran boquitas en beso.


- Torneó labelos y ginostemos para que parecieran intimidades femeninas. A otros, retorciéndolos, los hizo como globos inflados como la capa del torero.

- Y Dios se permitió tomar formas del reino animal que acabava de fundar: dio forma a unas orquídeas para fingir alas de mariposa o elitros de coleópteros. Con otras, retocándoles políneos y brácteas, simuló patas de saltamontes, fingió vientres de avispas, imitió filamentos de anémonas.

- Y hasta confundió las especies del reino vegetal: algunas orquídeas las hizo parecerse a las hierbas, otras las hizo como si fueran musgos o líquenes. Otras las hizo creerse bromelias. A otras las hizo imitar violetas o margaritas, o las modeló como si fueran heliconias o anturios."


in Crónicas de Selva, Eladio De Valdenebro